viernes, 22 de mayo de 2009

¿Dónde encuentro una buena historia?

Historias hay millones, lo único que seguramente nos sucede a cada momento, sin pausa, es una historia. Las historias nos rodean y no tenemos escapatoria. Pero... ¿cómo identificar una historia que valga la pena contarse? Las anécdotas por sí solas carecen de todo valor si no tienen un personaje palpable y emocionante a través de quien vivirla. La peripecia toma valor y crece solamente al ser vivida por un ser con emociones. Este ser es afectado y modificado por esta historia, y cuanto más conozcamos al personaje más intensamente viviremos la aventura en cuestión. ¿A dónde conduce esto? A que inevitablemente la riqueza de nuestra historia radica en el conocimiento que tengamos del personaje. La descripción de los caracteres es la base y la esencia de nuestra historia. El desarrollo de los personajes es la parte medular de la tarea del guionista, las peripecias son elementos accesorios que completan el mundo donde se mueven. La revelación del alma de los personajes es la clave para que una película quede grabada para siempre en nuestras vidas.