domingo, 26 de agosto de 2012

Y la paloma tambien se equivocaba

Me despierto. Los pensamientos se amontonan sobre mis cejas y los dejo sallir en forma de palabras escritas. Estas palabras son ahora ideas. Las ideas solo nacen en el instante de ser expresadas (porque la idea tiene forma de lengua). Mientras pensaba, observaba cómo cualquier pensamiento coherente se esfumaba y era como si nunca hubiese existido, para dar paso a uno nuevo, condenado tambien a morir. Expresar lo que sentimos es como ir de cacería con los ojos vendados. Sabemos que la mayoría de los tiros al aire terminarán haciendo blanco en nosotros mismos; aún así disparamos. Es que no hay nada más esclavizante que la palabras; a ellas le deberé por siempre mi moral, mi rebeldía, mi resignación, mi credibilidad y mi coherencia. Desperté cuando cantaba una paloma en el bosque y me pregunté "quién sabe cómo es vivir"? Recordé luego lo que Borges dijo alguna vez: "edito para dejar de corregir". Todo lo que pensamos y hacemos, y lo que no, es un intento por poner un cierto orden comprensible a la vida. Ya que no podemor tener todo, tomamos un poquito y ahí construímos nuestra fortaleza; y en nuestra fortaleza vivirá nuestro encierro. A los ojos de la incertidumbre universal, digamos una paloma, nada diferencia a quien dedica su vida a llenar con buena letra de lunes a viernes el mismo formulario, de aquel aventurero que vive hinchando velas siempre en busca de un nuevo puerto por conocer. Lo que verdaderamente hacemos todos es intentar dominar la angustia de no saber con qué propósito despertamos cada día. No sabemos cómo es vivir. La vida es improvización y creación, y, ni la improvización, ni la creación, pueden ser predecibles. Cada uno de nosotros se ha creado a sí de cierta forma; nuestra personalidad y lo que decimos que pensamos es un iluso intento de hacernos reconocibles a nosotros mismos; porque en realidad no sabemos quiénes somos. Cada palabra que decimos no es otra cosa que un ancla que tiramos para hacer frente a la tempestad de la incertidumbre. Aquí estoy yo! Éste soy yo! Pero la verdad es que vamos a la deriva. No hay soledad más vacía que mirar a los ojos desnudos de quien amamos, ahí se hace evidente que solo hay misterio.

1 comentarios:

A las 24 de septiembre de 2012, 21:50 , Blogger andrea díaz ha dicho...

me encantó, sólo el misterio...

 

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