sábado, 11 de agosto de 2012

El cine poco tiene que ver con el cine


Recién, mientras me preparaba unos spaghettis, pensaba cuánto hay de cine en ese acto. Me los comí todos y quedé satisfecho; había calculado la cantidad justa. Es que el cine tiene que ver con todas las cosas, menos con el cine.

Mi gran amigo Gabriel G. le pidió una vez consejo al recientemente fallecido director estadounidense Irvin Kershner sobre qué había que hacer para convertirse en director de cine. La respuesta del director de "El imperio contraataca" (entre otras) fue: Viaje, vea, enamórese, sepárese, sufra, regrese, vuelva a salir, maravíllese, enamórese de nuevo, ría, llore y, entonces, cuando tenga 37 años, haga su primera película.

Hace algo más de veinte años presencié una conferencia de Francis Ford Coppola en Buenos Aires. En una gran sala abarrotada de gente me tocó ubicarme en la última butaca vacía, allá arriba del todo en el rincón. Luego de una jugosa charla plagada de mil cuentos fascinantes para los cientos de cinéfilos que escuchábamos atentos, comenzó una rueda de preguntas del público. Alguien de adelante, al igual que mi amigo Gabriel G., pidió consejo para todos los jóvenes estudiantes, o principiantes, que quisieran convertirse en directores de cine. Aquí sí recuerdo claramente la respuesta del director de "El padrino": lo que yo aconsejaría a los jóvenes que quisieran ser ser directores de cine es que cocinen, porque la cocina es el mejor ejercicio de la creatividad.

Muchos sabrán de mi relación familiar con el director húngaro Miklós Jancsó (hasta el día de hoy mi hija Maya es su única bisnieta!). (Miklós me enseñó cómo calcular la cantidad de spaghetti que se echa al agua según el número y tamaño de los comensales, ése método se lo enseñó a él nada menos que Fellini). Un día, estando en el balcón de la calle Eszter en Budapest, me puse a hablar sobre la dificultad de encontrar buenas historias. "Miki Papa", el famoso director de "Los rojos y los blancos", me contestó haciendo uso del más genuino magyar arrabalero: "historias, historias, qué pelotudeces. Mirá, ahí va una mina caminando, ahí tenés una historia; andá y filmala, dejate de joder!".

1 comentarios:

A las 23 de septiembre de 2012, 11:19 , Anonymous daniela ha dicho...

Hola, no estoy para nada de acuerdo con tu post y menos con el titulo de q el cine no tiene nada de cine.Hay millones de peliculas q homenajean al cine y habñan sobre el proceso creativo o lo llenan de reflexiones metadiscursivas.Eso por un lado, por otro no hay una edad donde uno haya vivido lo suficiente como para decir, ahora si sé y hago cine,cada cual sabra que contar y desde que enfoque pero no tiene nada q ver la edad.
Saludos

 

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