sábado, 25 de junio de 2011

Stand by

"La distancia más larga es la que hay de la cintura al suelo", se decía antiguamente en relación a lo que cuesta al hombre agacharse para trabajar la tierra. Siguiendo el mismo razonamiento hoy se podría afirmar "la distancia más corta es la de apretar un botón". Nunca antes en la historia hubo tal facilidad de evadirse como hoy. Con el apretar un botón nos convertimos en pasivos espectadores de algo que creemos que es el mundo. Nos horrorizamos y no sabemos qué hacer ante lo que nos ofrece la pantalla. Nuestros días y noches son tomados por un único pensamiento. ¿Cómo el mundo pudo llegar a esto? Y no nos damos cuenta de que, ése mundo, llegó a nosotros al apretar un botón. Y... ¿por qué no probamos volver a apretarlo para ver qué pasa? Cuando llegó la televisión color a mi casa, traía un botón que, hasta el día de hoy, yo no sabría traducir su significado. La palabrita era "Stand by". Al parecer, el aparato no se apaga nunca, está siempre alerta esperando la orden para ahorrarnos unos segundos la entrada a aquello que nos horroriza. Hoy ni siquiera hacen falta botones; entramos a casa y mágicamente tenemos la tele encendida, el café caliente y las cuentas pagas. Jamás una distancia fue tan larga como la que hoy nos separa de apagarnos de este mundo y comenzar a construir nuestro propio mundo individual. Y pensar que es solo un click.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio