miércoles, 11 de enero de 2012

El triunfo del arte

Hurgando por la antigüedad clásica, y a propósito del papel de la

filosofía como detonante clave de la caída de Grecia, me topé con la

siguiente frase: "En buena medida, el patriotismo cedía el paso al

individualismo, lo que significaba al mismo tiempo que la mente humana

alcanzaba nuevas cumbres en el ámbito del espíritu... Estado y

civilización perdieron su unidad tradicional, y eso hizo posible que

quienes no eran griegos aceptaran la civilización griega como la

civilización de la humanidad". El desarrollo del pensamiento conduce

al aniquilamiento del estado, ya sea interno o por fuerzas "bárbaras"

del exterior. Pero el invasor tampoco permanece impermeable a la

cultura/civilización de su invadido. Tal es el derrotero de la

cultura, tempestuoso pero destinado a la victoria. Como afirma Sábato,

el filósofo descubre los problemas del hombre, pero es el poeta quien

los traduce a un idioma entendible. Detrás de un artista debe estar

siempre el filósofo, y no necesariamente al revés. El poder bien sabe

que el pensamiento es el arma más poderosa y por eso pretende

comprarla. La cultura oficialista resulta tan falsa y repugnante como

aquella que se le opone. No existe ninguna balanza a equilibrar:

trabajamos los artistas para equilibrar algo? ¿O lo hacemos para dar

rienda suelta a nuestra esencia? El arte es simplemente el ejercicio

de la libertad. Quien pretenda plantar lucha desde el arte estará

trabajando para el enemigo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio