viernes, 26 de marzo de 2010

Regreso del Congo 3


En una de las entradas que figuran más abajo, y luego de haber regresado del rodaje en el Congo, comenté que me era imposible comentar lo qué había vivido. Todo fue demasiado diferente y hasta chocante, lo que sumado al estrés de una aventura bastante accidentada terminaban dibujando en mi cabeza un gran signo de interrogación. La aventura del Congo se extendió en el tiempo en forma de otros viajes y sucesos varios que acontecieron en mi vida. Todo fue tomando una forma nueva y poco a poco comencé a comprender muchas cosas. No voy aquí a enumerar mis aprendizajes pues son cosas intangibles, sólo yo las puedo entender. Pero me quiero detener en algo que nunca antes me había pasado. Creo que hice la película para sentarme, verla, y entender yo mismo qué había vivido, no ya desde el Congo, sino desde muchísimo antes. No voy a caer en el pecado de explicar mi película, por favor. Pero me resultó sumamente curioso cómo fue necesario realizar todo el proceso (que todavía continúa) para poder entenderme a mí mismo. Siempre hice mis películas para que la vean dos o tres personas que especialmente me interesaban, siempre cambiantes. Pero ahora me doy cuenta que "El destello" la hice para verla yo. Y la peli me habló cosas que yo no sabía.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio