jueves, 29 de septiembre de 2011

Defendamos nuestro terreno

He vivido unos años en Europa y conozco bastante bien su realidad. Los cineastas europeos, especialmente aquellos que realizan documental, han cedido enteramente el terreno a los canales, productores, concursos, ratings , pitchings, en definitiva: el mercado. Mucho les va a costar recuperarlo, si es que logran darse cuenta. Basta con ir a cualquier festival y ver a todos corriendo detrás de éste o aquél comissioning editor, distribuidor, o quien lleve puesta una corbata o tacones. En nuestro continente me ha tocado estar en más de un lugar así. Es un espectáculo bastante penoso. Tengamos siempre presente que el cine no sigue reglas, se renueva a sí mismo y es antes que nada liberador. Es el reflejo de la vida en el espejo que somos nosotros mismos, los cineastas.